martes, 6 de noviembre de 2012

Cuentos



La muerte de los hermanos

Era un día caluroso de Halloween. Todo el mundo estaba en fiestas menos algunos que no celebraban el día de Halloween. Una bruja el año pasado había echado una maldición: quien no celebrara Halloween moriría, los adultos que lo celebraran se convertirían en zombis y los niños seguirían siendo humanos hasta que fueran adultos.
Sonaron las campanas, eran las doce y los zombis despertaron, los adultos se convirtieron en zombis, los niños se asustaron pero les tranquilizaron. Pasaron unos años y unos meses y los niños se volvieron adultos y todos los zombis conquistaron el universo e hicieron una fiesta para celebrarlo. Pero sobrevivieron dos personas, cogieron un avión y mataron a todos los zombis y una vez que no quedó ningún zombi les explotó el avión y no quedó nadie vivo en todo el mundo.

Arancha

Había una vez un joven llamado Jorge. Tenía 22 años, era un chico con muchos sueños.
Un buen día Jorge se enteró de una antigua leyenda, La leyenda del Templo Perdido.
Jorge durante unos meses se estuvo preparando para encontrarlo. Mientras se estaba preparando entró a una tienda de reliquias antiguas y dijo:
- Quiero cualquier cosa para encontrar templos -dijo Jorge- y el dependiente le contesto:
- ¿Templos? por favor no tengo nada y ya en el mundo no existe ningún templo.
- Claro que si, mire el mapa- le contestó.
- A ver- dijo mientras le quitaba el mapa.
-Lo ve es verdad -le dijo Jorge muy seguro.
-Madre mía es verdad- continuó el vendedor-. Mientras pensaba
-Con tantas reliquias podría vender cualquier cosa ja ja ja ja ja.-
Jorge le quito el mapa y se puso en marcha, lo que no sabía es que el vendedor le seguía. Atravesó montañas, ríos, navegó en barco, en avión hasta llegar a la selva amazónica. De repente encontró el templo y cuando menos se lo esperaba se abrió el suelo y se cayeron el vendedor y Jorge. El vendedor dijo:
- ¡Vamos a morir! bua bua- y Jorge contestó:
-Tranquilícese, espere; me ha estado siguiendo-
-Puede- dijo el vendedor.
-Sígueme- contesto Jorge.  Atravesó un montón de trampas y al fin encontraron la sala secreta. En realidad no había nada, solo una antorcha y un gigante de fuego. El vendedor se apoyo en la antorcha y de repente despertó el gigante de fuego, les persiguió por todo el templo hasta que tocó un charco y se convirtió en cenizas mientras el vendedor le dice a Jorge:
- Te he seguido para nada, me debes un montón de cosas empezando por tu traje-
- Nunca- respondió Jorge. Y lucharon cuerpo a cuerpo hasta que Jorge empezó a oír en su cabeza:
-Jorge, Jorge- y de repente se despierta y dice:
-Ah, solo era un sueño-

Silvia

Hace 20 años en Halloween, unos niños gastaban bromas a todas las personas. En una casa que decían que estaba embrujada los chicos entraron, llamaron a la puerta y se abrió sola. Cuando entraron en la casa no había nadie, fueron de habitación en habitación  sin encontrar a nadie. En la última sala había un libro en el suelo y Edwin lo cogió y todo el suelo se cayó. Todos estaban gritando hasta que llegaron al piso de abajo. Entonces le empezaron a gritar a Edwin. Cuando dejaron de gritar se oyó una risa en toda la casa, como no sabían de donde venía corrieron por un pasillo muy oscuro. Brandon salió del pasillo y esperó a los demás. Emmanuel salió pero no vio a Brandon fuera. Luego Edwin y Alex no sabían donde estaban era muy oscuro. Emanuel  salió de la casa y se encontró a Brandon. Estaban hablando de si habían salido Edwin y Alex pero Edwin y Alex no salieron nunca.

Alex

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