lunes, 3 de diciembre de 2012

El monstruo del parque de la Granja



A las tres en punto fuimos al teatro del Dado y el teatro empezó a las tres y media. Una chica nos contó que era divertida  y el protagonista se llamaba Horacio.
Era muy gracioso y divertido y la obra lo era aun más. La voy a contar, primero vino Horacio con una red y corrió por todo el teatro a atrapar niños y cuando subió al escenario explicó su vida. Era cuidador del parque de la Granja y al recoger un rastrillo en el suelo, se agachó y la espalda le crujió y cuando lo intentó otra vez pero del otro lado, también le crujió. Dijo Horacio:
 –Necesito vacaciones porque llevo veinticinco años trabajando sin parar.
Y el jefe le dijo: “Sí te daré vacaciones si encuentras a un sustituto”.
Horacio no sabía qué decir, sustituto,  y no dijo sustituto. Horacio dijo sustetas y cuando él era pequeño en el cole se acercaron unos chicos que se llamaban José, Julito y Manolo y cuando salía Horacio por la puerta, José, Julito y Manolo le dijeron: “al tocar la sirena te irás a clase y ahí cerrarán las puertas, entonces cuando tocó la sirena fue corriendo a entrar al colegio pero no lo consiguió, entonces se fue a casa y el único amigo que tenia era su perro Carlitos que él le llamaba Tito. Y al día siguiente no veía a Tito y lo buscó por toda la casa y cuando miró por la ventana estaban José, Julito y Manolo, y José tenía a Tito. Los matones le dijeron:
 –Te devolveré a tu perro si nos entregas el amuleto del gigante. Está en el parque de la Granja
Entonces Horacio se fue al parque de la Granja, vio al monstruo y le dijo Horacio que le diera el amuleto. Le dio el amuleto pero dijo el gigante que se lo devolvería  cuando recuperara a su perro y Horacio se lo prometió y cuando salió de la cueva se encontró con los matones. Horacio dijo:
 –Dame a Tito- y los matones contestan:
 –El amuleto primero
Entonces Horacio levantó el amuleto  y calló un árbol encima de los matones, entonces Horacio se lo quedó otro día y entonces se acordó que lo tenía que devolver al gigante. Entonces se fue al parque de la Granja, estaba todo podrido, se fue a la cueva del gigante y el gigante decía:
 –Me estoy muriendo Horacio, devuélveme el amuleto.
Vale dijo Horacio y el gigante revivió.

Iván


El día 29 de noviembre fuimos al teatro, la obra se llamaba "El monstruo del Parque de la Granja". El personaje se llama Horacio y lo hacía muy bien. El personaje primero estaba haciendo como si estaba buscando una mariposa que estaba enferma y llamaron a Jorge,  un chico de quinto y dos de sexto John y Aida. Les pusieron unos gorros de granja. Estaba viendo sus habilidades para ponerlos a trabajar porque se había torcido la espalda. Como llevaba 25 años sin vacaciones nos contó que cuando tenía unos 10 años, tenía un perro que se llamaba Tito y que cada vez que salía del cole y volvía a casa el perro iba corriendo a verlo y saltaba de felicidad. Pero siempre había tres chulitos: José, Julito y Manolo que lo esperaban en la puerta del cole y le dijeron que se parase. Le dijeron que se tenía que sentar debajo de un árbol hasta que tocara la sirena para cerrar la puerta. Cuando tocó el timbre salió corriendo y la puerta se estaba cerrando cuando estaba llegando. Estaba cerrado. Se dio en la cara y hasta la boca se le había torcido. Después del cole se fue a casa y cuando llegó se dio cuenta que su perro no estaba. Lo estuvo llamando, fue al baño pero no estaba pero cuando subió al cuarto de su padre miró por la ventana y vio que allí en la calle estaban los tres chulitos con su perro. Le dijeron: “Tienes que ir al parque de la Granja por la noche y coger el collar del gigante”. Por la noche se escapó de su casa y entró en la cueva y dijo. “¡Gigante! ¿Dónde estás?”. El gigante le preguntó quién era y dijo temblando: “soy yo”. El gigante le dijo que ya sabía que venía a buscar el collar que llevaba colgando, lo quieres para recuperar a tu perro. Y dijo: “Bien, cógelo”. Cuando lo fue a coger, el gigante le dio un susto y le dijo que cuando tuviera al perro que le devolvieses el collar. Si no… podían pasar cosas malas. “Te lo prometo”. Cuando tuvo el perro los muchachos fueron a quitarle el colgante y cuando levantó la mano cayeron algunos árboles y los chicos cogieron miedo. Se fueron corriendo. Al otro día fue a llevar el colgante al parque que estaba con las hojas secas. Cuando entró en la cueva, el gigante dijo: “Me estoy muriendo”, te dije que pasarían cosas terribles.
Al final se hicieron amigos.

Emmanuel

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