En clase de informática hemos escrito un cuento sobre un astronauta en el espacio y lo hemos hecho entre todos. Pero lo hemos dejado sin acabar, así cada uno en casa ha podido imaginarse un final diferente. Aquí tenéis el texto que hemos hecho juntos y después algunos de los finales que más nos han gustado.
Viaje al espacio
Había una vez en el espacio un astronauta llamado Logan al que se le había averiado su nave. Cuando estaba intentando arreglarla para volver a la Tierra escuchó un ruido extraño y, de repente vio una luz siniestra. Era verde, brillante y muy intensa. Sintió un gran temor, le temblaban las piernas y le sudaban las manos. De repente, sintió algo en el brazo, como si algo lo agarrara con fuerza y no pudo contener las ganas de gritar:
-¡Socorro! ¡Soltadme! ¡Soltadme!
Era su amigo Bob. Alguien lo había dejado encerrado en la sala de suministros pero con una palanca logró abrir la puerta y escapar.
-¡Tranquilízate! Soy yo, tu amigo Bob.
-¿Qué haces aquí?
-He venido a salvarte. Hay alguien en la nave y puede ser peligroso. Llevaba la cara tapada, me ha dado un golpe en el cuello y me ha encerrado.
Logan está realmente asustado…
cuando Bob le contó lo que le había pasado. De repente Bob le dijo a Logan:
-Vamos a ver lo que está pasando dentro de la nave.
-¡Ve tú y me quedo aquí fuera!
Logan no podía decirle que tenía miedo pero Bob insistió en que se lo dijera. Bob dijo:
-No importa, todos tenemos miedo de lago.
-¡Pero aunque me consueles no conseguirás que entre en la nave!- le dijo Logan a Bob.
Bob entró y salió pero no le pasó nada.
Nabila
-¿Y ahora que hacemos? La nave está averiada. Hay un tipo raro y muy siniestro en la nave. No podemos entrar porque sería peligroso y estamos atrapados en el espacio- dijo Logan atemorizado.
-Sí y no te olvides de que encima estamos en Marte, donde dicen que hay marcianos y puede que el tipo siniestro sea un marciano- dijo Bob con cara de fastidio.
-¡Calla! Que me estás asustando más- dijo Logan enfurecido.
-¡Bah! Tú y tus sustos. Si ni siquiera puedo decir nada porque ya te asustas- dijo Bob.
-Puedes decir lo que quieras pero tú lo que haces es hablar de peligros, que eso sabes que me asusta más –dijo Logan más enfurecido todavía y con la cara roja.
-¡Vale! Si te asustas tanto me voy solo a buscar pistas –dijo Bob alejándose.
Los dos astronautas se fueron a buscar pistas de la persona o cosa que encerró a Bob. Bob iba andando y de pronto se encontró con el tipo siniestro. Esta vez se le vio media cara porque estaba de lado. ¡Era una persona! No era ningún marciano. Bob se acercó hacia la persona y vio que Logan también lo hacía pero por el otro lado. En cuanto dieron los dos un paso la persona misteriosa echó a correr. Logan dio un gran salto y le cogió el pie, Bob le miró fijamente y le dijo:
-¿Cuánto tiempo lleva usted aquí? Veo que eres una persona muy mayor- dijo Bob.
-Yo… Yo… Llevo tanto tiempo perdido que no me acuerdo. Y si me preguntáis si tengo comida y bebida que sepáis que sí que la tengo.
-Bueno será mejor que te llevemos a la Tierra- dijo Logan.
-¡Oye! ¿Y por qué huías de nosotros? Me diste un golpe y me encerraste y tenías la cara tapada- dijo Bob.
-¡Ah! Eso es que a veces me vuelvo loco de tanto estar solo y no sé lo que hago. Vamos que no pienso lo que hago.
-¡Aaaaah! Vale, por eso- dijo Bob más tranquilo.
-Bueno, vámonos ya- dijo Logan.
Entraron en la nave ya arreglada y se pusieron en marcha. Mientras Bob pilotaba, Logan le dijo al señor de la Luna:
-Bueno ¿Qué te pasó que te quedaste atrapado en Marte?
Y le respondió el señor:
-¿Qué has dicho hijo?
-¡Bah! Déjalo, no importa- dijo Logan con cara de fastidio.
Pasado un tiempo llegaron a la Tierra sanos y salvos.
Georgiana
-Vamos a por la radio.
-¿Y el extraño?- dijo preocupado Bob.
-Tendremos cuidado ¡Vamos!
Bob y Logan entraron en la nave.
-Por aquí… Espera veo al extraño.
Se escondieron en una sala y dijo Bob:
-Nunca había visto esta sala ¿cuál es?
-Creo que es la sala prohibida que nos dijo Huston (pensando):
-Ni seos ocurra entrar en la sala del símbolo.
Y dijo Bob:
-Ya sé Huston es el misterioso del pañuelo.
-¡Es imposible! ¿Huston el misterioso? Ja, ja, ja…
-Vamos a mirarle la cara, venga.
El misterioso los oyó y fue a por ellos.
-¡Corre, corre! Vamos, venga, corre más.
Consiguieron coger la radio y llamar a la Tierra:
-¡Socorro, socorro! Ayudadnos.
Y dijo la NASA:
-Llamara Huston, está con vosotros con un pañuelo.
Y de repente oyeron:
-¡Logan, Logan!
Y Logan estaba durmiendo en su casa.
-Sólo era un sueño- dijo Logan.
Silvia
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